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¿Cómo estamos en materia
ambiental?
1. Deforestación.
Uno de los problemas más graves en Colombia actualmente es la deforestación, en
especial si se tiene en cuenta que la tendencia de reducción que se veía viendo en
los últimos años ha cambiado dramáticamente. La deforestación aumentó un 44%
entre 2015 y 2016, perdiendo 178.597 hectáreas de bosque (casi el tamaño del
departamento del Quindío). La deforestación en Colombia tiene seis causas
principales: acaparamiento de tierras (45%), cultivos ilícitos (22%), construcción de
infraestructura (10%), incendios forestales (8%), ganadería extensiva (8%) y minería
(7%). (IDEAM, 2017). Uno de los hechos más importantes en este panorama es que
la expansión acelerada y desordenada de la frontera agrícola ha aumentado por el
posconflicto en zonas como la Macarena, el Guaviare, el Nordeste antioqueño,
amenazando de manera considerable los bosques, lo cual requiere atención urgente.
Al mismo tiempo, en muchas localidades de la zona Andina y el Caribe, continua la
deforestación de los remanentes de bosque que aún quedan; y en el Pacífico, cada
vez mayores extensiones de bosques son destruidos por la minería y degradados por
la extracción selectiva de maderas.
La deforestación no solo es un problema ambiental sino que nuestro bienestar y
calidad de vida depende en buena parte del buen funcionamiento de los ecosistemas
forestales. La cobertura boscosa es la que protege las fuentes de agua, controla la
erosión, captura carbono, provee aire y alimento, es hogar de incontables especies
de fauna y flora, y regula el clima local y regional. Adicionalmente, es la principal
herramienta para adaptar y proteger al territorio ante eventos climáticos extremos.
Las montañas deforestadas son más susceptibles a los deslizamientos y derrumbes
que nos impactan año tras año. Por otro lado, la deforestación de bosques tropicales
contribuye cerca del 17% de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial, y
genera buena parte de las emisiones del país. El sector de agricultura, silvicultura y
los cambios en el uso de la tierra son responsables del 60% de las emisiones en
Colombia; de ese 60%, el 70% es directamente causado por la deforestación
(IDEAM, 2017). De este porcentaje 30% corresponde a la ganadería (fermentación
entérica y gestión de estiércol), el 47,2% a cambios de la tierra (36,1% por cambios
de bosques a pastizales y el 11.1% por cambios a tierras de cultivo) y el 22,5 por
fuentes agregadas (Inventario emisiones GEI Colombia, 2012). Por tal razón es
determinante entender que el desarrollo de un sector forestal sano que combine la
restauración, el uso de productos derivados del bosque silvestre y el cultivo de la
madera es una prioridad largamente pospuesta.
La fuerza de la esperanza.