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39 895 De mano en mano por el mercado corría y también Por los recónditos rincones de quienes tatuadas las extendían Pues antes de la sequía pertinaz obtenía el hortelano su recompensa Y los remeros no dejaban descansar las barcazas amarradas al muelle Bullía el comercio y en las ribereñas praderas los gansos 900 Las grullas o los cisnes de cuellos largos se rebullían Agitando sus alas con la respiración del mar Aún propicio Seco se antoja hoy el lugar Viendo las columnas desbaratadas y pálidas 905 Pero los testimonios y el aluvión certifican que era mucha el agua dulce Que anegaba el templo y a veces las calles Hasta el punto de obligar a trasladar el urbano asentamiento Adefesios productores de minio Mezquinos plateros vendedores de regalos y amuletos 910 Perfumadas meretrices del oriente Anhelantes todos de una vida regalada al arrullo de las alamedas Uno si es el mejor Entoñado en excrementos o exiliado con el sol La memoria de los peces ya le sobra al turista que desea recordar 915 Un veraneo ¡Eh! Lea Dice al curioso la cicerone Tocando con su dedo una inscripción en la piedra Sí