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Al modo de los cerdos
Que desdeñan el agua clara o prefieren la estancada y fétida
¡Ay! Si sólo hicieran gala de su ebriedad los iniciados
Sin referirla a un sacramento
Parecerían sus discursos obscenos e impúdicos sus gestos
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Hojas vivas de robles y laureles tiñen la nube de polvo que inunda el valle
Los peregrinos se pierden por el serpenteante camino
Sin desafiar al vientre del mar
Portadores de amplios sombreros y ramas de olivos
Como los burros van
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Orgullosos de su tesoro y confiando
En el crédito divino
Tú sin embargo prefieres la noche de los callejones
Aunque te roben la ropa
Peor olor desprenden las pocilgas de las traseras
485
Cuando las piaras reciben el ramón
Mientras sudan los picapedreros y los curtidores
Y los sicofantes bostezan porque el reojo han inducido los profetas
A la venta están en los tenderetes los productos exóticos
Pescado seco y quesos y multicolores especias
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Buena madera importan los mayoristas y sedas y tintes
Repiquetea el martillo artesano entre pregones y regateos
Y ora el perfume ora la miasma con cada golpe de viento
Es tu espalda lo que ves cuando caminas
Hacia los sombrajos del palmeral