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445
Fue su urgencia oscura
Larga y muda
La voz vino de fuera: allí
Cabezas sin brío recorren túneles al alba
Gigantescas lombrices los engullen y vomitan sin frenesí
450
A ellos que ven otra luz
Fue su advertencia antes de ahora:
Con los años las cosas dejan de tocarnos
Y uno sólo aspira a comprenderse
¿No es indigno el que postula merecer algo distinto?
455
¿Quién hay? ¿Hay quien? El mundo
Mugen lejos las reses y el ave crotora
A cubierto el padre escucha y contempla en su soledad
El esforzado huerto aquende la planicie anfitriona de espejismos
Pocos hombres por las calles
460
Ninguna mujer
Confirmada la ceniza
Lana y carbón contra el pantano en la base de la fundación
Superficies bruñidas a la postre por la más cercana estrella
Arruinado interior de mármoles sobre losas de pizarra
465
Se purificaban ¡sí!
Para consagrar sus vidas a un futuro
Embadurnándose con sangre frente al recinto sagrado
Tras atravesar los muros encalados por sus puertas
Como quien se revuelve en una ciénaga para lavarse