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220
A los animales domésticos y sin dueño
A las almas todas que por definición son fotófobas
Asoman quienes cerraron sus puertas al abrasador cuchillo
Y quienes salieron en busca de otro alivio retornan
Vuelve la vida a las calles antes de la gran sombra
225
Ese misticismo que funde ser con pensamiento
Y lo pensado y el pensar con el lenguaje que les da el son
Ese misticismo de la luz
Está en la planicie insufrible y en cada puerta o ventana
En los vanos más frescos y donde reina el escorpión
230
En la quietud de los patios y en las dunas semovientes
En los afanosos brazos de los mozos que ahora salen
Y en los abalorios exhibidos por las hembras casaderas
Que pestañean
También en los esposos
235
Que proclaman sin decoro la virginidad de sus hijas
Todos sueñan despiertos con el regalo de las vides
¡Brillante blancor! Dicen los orientales
Las dos luminarias escritas en el adjetivo
Y el astro rey traído por un pie (trazo abandonado) más abajo
240
Comprensión no hay
Ya no se ve claro: se confirma la tarde
La luna afila sus cuernos
Los vapores tabernarios y la noche van aflojando el destino
De cada cual que pasa y es golpeado por el ruido