Ignacio Galdós, concejal de Ezkioga precipitados por un barranco,
y salvados por una intervención prodigiosa de la Virgen5. El
milagro tuvo lugar precisamente en Ezkioga, y su sentido se
explicó más tarde, como preludio de las apariciones de Ezkioga.
El tronco y los bueyes precipitados en el barranco significaban
la intervención de María, para salvar a España del abismo al que
la República estaba precipitando a España.
El episodio es de fecha incierta: 19, 20, 22 de junio. Los detalles del mismo
varían en los relatos. A la versión de William A. Christian y de la Positio de
Bondini preferimos una crónica del tiempo: «Venía yo, con un tronco grande
de árbol tirado por los bueyes. Como el terreno está lleno de precipicios, rodó
el tronco y, con él, arrastró por delante a los bueyes y a un hijo mío llamado
Isidoro. Al no ver a mi hijo, ni a los bueyes, creía que habían muerto y bajando,
asustado, vi a una señora que sostenía al buey de un cuerno y del hocico, mientras
mi hijo, ya fuera de peligro, estaba de pie tranquilo pero aturdido -explicó el edil
a la prensa de la época-. Esta señora, que supe que era la Virgen, vestía de negro
con unos rosarios que colgaban de la muñeca derecha. El velo era negro, con
corona de cinco estrellas, que iluminaban como el Sol. Como es natural dije lo
ocurrido a algunos, pero como no me hicieron caso y se reían y burlaban, callé».
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