menos de admirar que en los comienzos hubo mucho fervor
y devoción. Pero prescindiendo por completo de los primeros
videntes, hace una selección de los personajes del segundo
grupo que mayor celebridad tenían en el momento de redactar
su documento. De este modo silencia los hechos fundantes de
Ezkioga que fueron las apariciones a los hermanos Bereciartúa.
Como información solo se atiene al lado negativo de Ezkioga.
La idea que domina todo el texto parece ser que, donde no hay
una conducta buena, no puede darse una manifestación divina.
En esta perspectiva negativa, de cada uno de los videntes anota
únicamente los aspectos llamativamente más negativos. El
material acumulado es impresionante por lo detallado y realista
de las descripciones. Recojamos únicamente lo que se dice de los
más famosos videntes: Ramona Olazábal48 y Pachi Goicoechea49.
De Ramona, el Dr. Echeguren comienza por informar de la fuente
de sus noticias. Luego entra en lo esencial de los hechos negativos.
Se presentó al día siguiente de la estigmatización para controlar
lo sobrenatural del hecho; en la sesión presentó una versión
completamente sesgada de los hechos. Un aspecto agravante de
todo el montaje era que Ramona había anunciado, con algunos
días de adelanto, su futura estigmatización. Evitó todo control
sobre lo que llevaba consigo antes de las llagas. Fue también algo
bochornoso para la falsa vidente el testimonio sobre la herida
auto-infligida con una hoja de afeitar.
Estos detalles no fueron conocidos por el público. El
Vicario General solo publicó una nota sobre la ausencia de
sobrenaturalidad en el caso de las llagas de Ramona. Por eso la
gente continuó creyendo en el milagro de Ramona. El hecho fue
de los que más desconcertaron la opinión de la gente de buena
voluntad. El clero y la gente culta que dio fe a la nota del Vicario
General cesó ya de creer en los videntes de Ezkioga.
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PE, Doc. 7.
PE, Doc. 7.
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