comienzo de los fenómenos del segundo grupo que Bernoville
denomina de «alucinación, neurosis y de histeria mística». Los
días siguientes aumentaron todavía los extáticos. Era un salto
cualitativo en las apariciones18.
Al día siguiente del extraordinario domingo 7 de julio sucedió
la gran iluminación que hemos referido ya. Desde entonces
aumentaron todavía más los visionarios extáticos. A partir del día
7 los fenómenos de Ezkioga obtuvieron un aumento llamativo. El
día 9, miércoles, la concurrencia ascendió al número de doce mil
personas. El día 11, siete mil personas y trescientos automóviles.
Ese día comienzan las preguntas a la Virgen. En efecto, «terminado
el rosario y al iniciar las Letanías un estremecimiento agita a
la muchedumbre. Se hace un profundo silencio. En voz clara
e infantil se percibe la frase de la niña María Azurmendi que
pregunta a la Virgen: «Amatxo. ¿Zer nai dezu?» (¡Madre! ¿Qué
quieres?) Y percibió esta contestación: «Errosarioa errezatzea
egunero» (que reces diariamente el rosario)19. «El domingo día
12 de julio se calcula que acudieron unas treinta mil personas.
habitación. Sobre la cama, Francisco Goicoechea parecía muerto. La palidez de
su cara, su boca entreabierta, su marcada nariz y hundidas mejillas engañarían a
cualquier observador ordinario; pero, sus ojos abiertos, a punto de saltar de sus
órbitas, denotaban una vitalidad salvaje. El médico que estaba de pie a su lado
en mangas de camisa, me dijo que su pulso era completamente normal durante
estos trances y su respiración regular, prueba de que no experimentaba ninguna
alucinación o experiencia cataléptica. Cuando recobró el conocimiento, empezó
a hablar con una voz profunda y baja, medio en español medio en vasco, e hizo
un relato de su visión. Nuestra Señora le había hablado durante mucho tiempo y
le había dicho muchas cosas que no les iba a revelar entonces sino en el futuro».
(Walter STARKIE, Spanish Raggle-Taggle. Adventures with a Fiddle in North
Spain (1934). Traducción Vasco Media.
18
Hay que tener en cuenta que los tres grupos no actuaron sucesivamente, sino en
forma contemporánea. En las celebraciones carismáticas había simultáneamente
unas personas con apariciones, y otras con alucinaciones. A partir del 15 de
octubre, comenzaron también la comedia y los fraudes.
19
Anónimo. Los videntes de Ezkioga, s.p.
18