pronto, en unos robles cercanos ve a la Virgen. Volviendo la cara
inmediatamente hacia su hermano le dice en vascuence: «¡Mira
la Virgen!» Entones Andrés vuelve la cabeza y la ve también. Los
dos hermanitos se arrodillan inmediatamente, y rezan juntos el
«Ave María». De los tres niños que están en el lugar solo Felipa
es la que no ve a la Virgen7. Mientras Antonia y Andrés rezan, la
Virgen les mira sonriendo. Terminado el rezo desaparece la visión.
La Virgen no pronunció ninguna palabra sensible8. Produjo en
los niños solo un interior atractivo espiritual irresistible a rezar9.
Surge aquí una pregunta ¿relacionaron alguna vez los niños
la Virgen de Ezkioga con la República? La respuesta ha de ser
tajante. Explícitamente, no. Pero era normal que a la invitación
de la Virgen a orar, respondieran rezando por las motivaciones
por las cuales se les pedía orar. Es verdad que la Virgen no habló,
pero las circunstancias político-religiosas hablaban con suficiente
fuerza para que se comprendiese cuál era el motivo por el cual
la Virgen venía a pedir oraciones. En la furia colectiva de las
elecciones generales era normal que el motivo de las súplicas que
los fieles elevaban a la Virgen fuera la situación caótica de España.
Al día siguiente -2 de julio, fiesta de la Antigua, Patrona de
Zumárraga, y último día de la novena- el Párroco D. Antonio quiso
informarse de todo lo sucedido, de boca de Antonia Echezarreta.
Ese mismo día, por la tarde D. Antonio, acompañado de uno de los
coadjutores de Zumárraga, se dirigió a Santa Lucía para hacerse
cargo de lo que en realidad sucedía en Anduaga. Pero tienen la
desagradable sorpresa de que este día la Virgen no aparece. El
párroco pide a los niños le lleven al lugar de las apariciones. Una
tradición local recuerda que el niño de 7 años le respondió con
La narración de los sucesos es según los datos referidos, al autor, por la única
testigo de vista, aún viviente, la Sra. Felipa Aramburu (octubre 2012).
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Tampoco habló la Virgen a los niños de Pontmain. Solo una banderola apareció
con la siguiente inscripción: «Mais priez mes enfants, Dieu vous exaucera en
peu de temps. Mon Fils se laisse toucher». (Rezad hijos míos, Dios os escuchará
dentro de poco. Mi Hijo se deja conmover)
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Esta visión se repitió en el ciclo de las 15 apariciones que tuvo Antonia.
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