posible que pueda estar en todas esas ciudades y será necesario empezar a enviar los mensajes grabados en audio y enviarlos a las emisoras por internet o correo postal. Pensemos en otro caso, un pastor recibe del Señor escribir un mensaje de evangelización para hacer un tratado o folleto, la responsabilidad principal en ambos casos del siervo del Señor es tener el mensaje o palabra para compartir, pero eso no quiere decir que este hombre de Dios sepa usar las computadoras para grabar y editar audio, o que sepa de diseño grafico para hacerlo en el tamaño y letra apropiada. Es ahí donde se requiere del trabajo de terceros quienes con capacidad en Dios participan en la materialización del trabajo que se encomendó al siervo de Dios.
Vamos al caso bíblico, Moisés recibe de parte de Dios la tarea de hacer el tabernáculo, Dios le da el modelo, las medidas y colores. En especial manera, Dios le da detalles de como debe ser los objetos tallados a mano en oro, con unas precisiones que desafiaban a las posibilidades que habian en el desierto para tener herramientas, lugar y personal para hacer el trabajo. Es entonces que en Éxodo 31:1-6 nos encontramos con Bezaleel y Aholiab, personas a las que el Señor les dió capacidad de poder hacer todos las piezas que Dios le había mostrado a Moisés. Es un caso bien claro de cómo en una visión de Dios, otros forman parte de lo que Dios a guiado a emprender en el reino de Dios. Dice muy claro: "para que hagan todo lo que te he mandado" (Exodo 31:6). Estaban capacitados por Dios para hacer el trabajo que Dios le había mostrado a Moises de cómo hacerlo. Estos dos varones no estaban para juzgar a Israel, ni para curar las aguas amargas, ni para hacer salir agua de la roca. Podríamos decir que si fuera en el tiempo presente, que no eran conferencistas, no lideraban grupos de gente, no predicaban los domingos en la congregación, pero si hacían trabajos relacionado a lo que Dios mostró al pastor: Diseñar tratados para imprimirlos y evangelizar, o grabar las predicaciones para pasar en la radio y alcanzar a miles de personas que escuchan la radio.
En el nuevo testamento leemos de personas que sin ser pastores, recibieron capacidad de Dios para trabajar en la iglesia y ser der bendición en el ministerio. Leemos en Romanos 12:4-8 explica que no todos los miembros del cuerpo (la iglesia) tienen la misma función. Es decir, que puede tener habilidades como la de servir y no ser necesariamente un predicador. Ud. puede responder a la visión o trabajo de su pastor siendo ese colaborador externo que forma parte del trabajo para la difusión del evangelio. Ya sea siendo acompañante de los que evangelizan, que trabaje grabando las prédicas para después difundirlas, o diseñe
literatura para que otros sean evangelizados. También el ser un soporte de oración por quienes predican la palabra (Efesios 6:18-20), el que selecciona la literatura que los hermanos van a usar para la predicación, ofrendar para los viajes misioneros, entre otras labores que son parte del trabajo o visión que el pastor tiene en su congregación.
No es nada complicado, solo ponerse a disposición del Señor e involucrarse en las tareas de su congregación, al participar se dará cuenta de la necesidad que hay pero también de que Dios le ha dado alguna gracia para poder trabajar y hacer efectivo esa comisión en su iglesia. Aunque no sea nombrado en la participación, debe recordar que "así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros". (Romanos 12:6). Si el trabajo da fruto, ud. es parte de ese logro. El reconocimiento es al cuerpo, donde todos los miembros según su función, hace que sea realizado el trabajo. Ser parte de un trabajo de cuerpo es lo que debe descubrir y disfrutar; de cómo el Señor le ha permitido ser parte de un trabajo donde almas reciben a Cristo como Salvador, de cómo hermanos son edificados con la palabra bíblica, etc. Nada hay más hermoso de saber que somos parte de un gran cuerpo alrededor del mundo que trabaja permanentemente por dar a conocer el evangelio de nuestro Señor Jesucristo a toda criatura (Marcos 16:15).
Ahora ya sabe cómo puede participar en la difusión del evangelio. Puede trabajar en su llamado, pero también puede trabajar como instrumento en la visión que Dios ha dado a otros, como vimos el ejemplo de Moisés. Lo importante es cumplir con el mandato del Señor y saber que de modo visible o anónimo somos parte de la labor de compartir el evangelio al mundo.
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