Así mismo, la evaluación del
desempeño sirve para definir y desarrollar
una política de Relaciones Humanas
acorde con las necesidades de la
organización. En este mismo orden de
ideas, para Dessler (2009), la evaluación
del desempeño se define “como cualquier
procedimiento que incluya, el
establecimiento de estándares laborales,
la evaluación real de los empleados en
relación con esos estándares e informar a
los empleados con el fin de motivarlos a
superar deficiencias en su desempeño”
(pág. 336) Para el autor antes
mencionado, existen dos razones
fundamentales para evaluar el
desempeño. Primeo, las evaluaciones de
desempeño ofrecen información con base
en la cual pueden tomarse decisiones de
promoción y remuneración.
Segundo, las evaluaciones ofrecen una
oportunidad para que el supervisor y su
subordinado se reúnan y revisen el
comportamiento de este relacionado con el
trabajo. La mayoría de las personas
necesitan y desean retroalimentación con
respecto a su desempeño. Esto a su vez
permite que ambos desarrollen un plan para
corregir cualquier deficiencia que la
evaluación haya revelado y les permite
reforzar las cosas que el subordinado, haya
realizado correctamente. Los autores
Chiavenato y Dessler, coinciden en que la
evaluación del desempeño tiene como
propósito lograr un rendimiento superior en
los trabajadores, que se vea reflejado en los
resultados de su empresa y en la propia
satisfacción profesional de cada
colaborador.