ETHNOLÓGICA No. 02 (2018) | Page 33

Yakuchawanmi kawsani (pág. 31-46) Ethnológica 02 (2018) Al promediar el medio día, el pueblo estaba en silencio, como una inconmensurable noche de luna. Algunas puertas, de calamina o madera, estaban aseguradas con soguilla de costal, otras con candado, otras trancadas con una madera que llaman “chakaykusqa” y algunas estaban sin seguro. Queria preguntar a alguien por las autoridades y de pronto ví entre las casas a una señora ventilando quinua; con ella estaban sus hijos, un niño y una niña que jugaban con sus perritos, al acercarme el niño y la niña se fueron corriendo al lado de su madre, luego se quedaron mirándome como avergonzados. —Buenas tardes mamita, tapukusayki —en ese instante le saludé. —Imata tayta —respondió la señora. —Maypitaq yachan, presidente de Jass, don Wilmer Ramírez —le pregunté. —Wak uraypi. Qaway —la señora, caminando unos pasos, apuntando con su mano. —Wak, último, wasi tucuchkan eskinapi, chaymanta volteanki qanaychaman chaychallapim wasin” pero “llankakuchkancha kay horaqa. —Gracias mamita, chayarusaqya. —Diciendo me encaminé a donde me indicó. En el recojo de información etnográfico, la exploración y emplazamiento en el campo son constantemente “interacción” donde “la hospitalidad tiene un límite incluso con las personas que tienen la mejor intención” (Angrosino 2012: 53). Cuando llegué, a lo que era la casa del presidente de Jass, estaba un señor chacchando coca, él descansaba luego de haber rajado la leña y su esposa estaba recogiendo ramas de eucalipto cortado. La señora al ver que estaba al frente de la casa del presidente de Jass, al instante me habló. —Pitam maskanki joven. —A don Wilmer Ramírez —respondí. —Tarikunchuqaya, llankakuchkanmi. Luego, su esposo, el señor Nemesio Najarro me llamó. —Joven yaykumuy —me invitó coca y continuó. —¿Para qué lo buscas? Le expliqué el motivo de mi visita y por qué le buscaba; me entendió y me dijo: —Kay llaqtaykupi manam yaku suficientichu, imaynamanraq mana yaku kaptin kawsanmanku, Yakuchawanmi kawsani chaynallataq lliwpasriki papi… En nuestro pueblo no hay agua suficiente, cómo viviríamos 33