ETHNOLÓGICA No. 02 (2018) | Page 25

Sistemas de irrigación del valle de Jequetepeque (pág. 13-30) Ethnológica 02 (2018) Tabla 01: Distribución de los trabajos en tareas en la limpieza de acequia según la cantidad de terreno. Cantidad del terreno Medida en cañas Cantidad en metros ½ hectárea ½ caña 1 metro y medio 1 hectáreas 1 caña 3 metros 2 hectáreas 2 cañas 6 metros Fuente: Elaboración propia. terciarias son construidas dentro de los terrenos de cada propietarío para poder administrar el flujo de agua a las plantaciones de arroz y permanezcan con agua durante el proceso de desarrollo. Durante el crecimiento del caudal en épocas de lluvia, el río arrasa gran cantidad de sedimentos ricos en nutrientes que los agricultores aprovechan para llevar estas aguas por las acequias secundarias a los terrenos más pobres; así se mejorarán los suelos y tendrán mayor consistencia. Estos sedimentos son abonos naturales muy beneficiosos para los terrenos de cultivo, porque no permite la salinización de los suelos ya que se renuevan cada año cuando el río crece su caudal permitiendo la entrada de nutrientes a los campos cultivados de arroz. Childe (1996) señala que estas aguas de las avenidas de los ríos, no solo sirven para regar los cultivos sino que sirven para crear nuevos suelos. Las grandes avenidas del Jequetepeque en épocas de lluvia afectan los terrenos, dejando en desnivelación. Los agricultores para abastecer de agua a estos terrenos construyen acueductos llamados por los lugareños “coloches”. Estas construcciones están hechas de diversas formas pueden ser de piedra con relleno de tierra, cascajo, palos y paja de arroz; construyen dos pircas paralelas con una distancia de un metro entre ambos, rellenando el medio con piedras medianas poñas y maleza cubiertas con tierra (Figura 6); otros de palos de sauce, espino, algarrobo etc. con calaminas de zinc, que son clavadas en los palos elevadizos que soportarán el flujo de agua. Los materiales utilizados están a disposición de los recursos naturales que cuenta el caserío. La primera demanda mucho trabajo y mano de obra y la segunda un poco menor. Para ahorrarse el trabajo forzoso los agricultores han adquirido técnicas modernas y han remplazado estos acueductos por tubos de plástico que son comprados en las ferreterías de los distritos de Chilete y Tembladera. En los caseríos aledaños como Monte Alegre, por las condiciones naturales del terreno y por los daños causadors por la crecida del río Jequetepeque, se han construido los coloches con concreto armado y fierro, 25