80 Ethnológica No. 01( 2017)
Laura Collin Harguindeguy
de las sociedades tradicionales que hoy se identifican con el Buen vivir.
Cabría preguntar cómo se mantendría la autarquía de la unidad doméstica con la redistribución que implica la existencia de un centro, es decir un estado y con los mercados que suponen mecanismos formadores de precios. Coraggio considera a su propuesta, como un esquema de economía mixta, pues combina las funciones redistributivas del llamado estado de bienestar, con la lógica de mercado, esta propuesta coincide con la situación actual, donde las diferentes formas subsisten, la novedad consistiría en la revaloración la capacidad de autosuficiencia de las UD, tal como lo hicieran las sociedades indígenas- campesinas.
Como ha sucedido en la historia, los cambios no se producen de manera inmediata, se inauguran períodos de transición en los que las nuevas lógicas aparecen como prácticas prefigurativas. La diferencia entre prácticas prefigurativas y estrategias de sobrevivencia es que las primeras pretenden operar mediante lógicas y fines diferentes, las de sobrevivencia conservan los fines y las lógicas vigentes. En el presente coexisten la economía de mercado, algunas de las funciones redistributivas del Estado de Bienestar, y la llamada Economía Social, con funciones complementarias de generación de trabajo, bienes y servicios. En el último campo, el de la economía social, antes limitada a los llamados emprendimientos, los ejidos y las coooperativas, comienzan a descollar balbuceantes intentos de generar una nueva lógica económica orientada a la reproducción social de la existencia, que reinserta lo económico, en lo social, cultural, ambiental, científico-tecnológico, y en lo político, para beneficio del conjunto de la sociedad. Estas formas balbuceantes, que desde una perspectiva ambiental intentan minimizar el impacto sobre el medio ambiente, y lograr la autosuficiencia energética y alimenticia— como las comunidades de transición en gran Bretaña( Hopkins 2008); o en menor medida la reconversión a la producción orgánica tanto por motivos de salud, o ambientales—, parecieran prefigurar la posibilidad más que de un cambio de modelo, del cambio en la lógica de la producción, centrando las actividades productivas en la satisfacción de las necesidades humanas, es decir en una lógica reproductiva. Tal es la opción que han tomado miles de neo rurales, neo-agricultores, neo-artesanos, y neo-comunidades 11. Paralelamente persiste un universo donde esa lógica se niega a morir, el universo de las sociedades tradiciona-
11 Solamente en Masachussetts se tenían registradas 160 granjas orgánicas, 140 aún por certificar y 143 mercados de productores. Desde hace más de 20 años los agricultores en resistencia de Ithaca adoptaron la moneda horas( time dolars) como mecanismo para lograr que el dinero circulara localmente, en la actualidad existen cerca de 50 monedas locales en Nueva Inglaterra. Lietaer( 2005) sostiene la existencia de 4 mil monedas locales en el mundo Hopkins( 2008) registra 35 comunidades de transición, formales y registradas, en el Reino Unido, autosuficientes en servicios y alimentación.