no podría irse sin decirnos que él no tiene necesidades; lleva una vida de rico (risas) puesto que le pagan por hacer su pasión; porque no practica la sociedad de consumo, porque no tiene afanes en la vida; porque disfruta de lo poco y de lo mucho, porque tiene un alto instinto de supervivencia y puede adaptarse a cualquier clima, porque come sano, duerme las 8 horas reglamentarias, porque sabe sembrar la tierra y no se va a morir de hambre, porque reitera que si un día ya no hay trabajo, ni casa, ni campo, puede terminar sus días en una montaña, esa que lo ha recibido cuando ha huido y cuando ha retornado; y ahora, que siente que ya ha vivido mucho, que ha experimentado de todo y que conoce de muchas cosas, esa, la montaña, le regalará su último suspiro.
Video 1. Abeja a pocos milímetros de distancia. Archivo personal Édgar Pico Ruíz.
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