principales hallazgos
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No se puede negar el gran peso que tienen la disciplina y la atención en el logro de los aprendizajes, sin embargo no son los únicos elementos necesarios y suficientes en el logro de los conocimientos. Una gran parte del peso recae sobre el estudiante, de él tiene que nacer el deseo de aprender y en el deben desarrollarse herramientas que le permitan apropiarse de dicho conocimiento.
Existe una relación innegable entre la participación activa del estudiante con el aprendizaje exitoso, como indica Vosniadou (2006) “El aprendizaje en la escuela requiere que los estudiantes presten atención, observen, memoricen, entiendan, establezcan metas y asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje. Estas actividades cognitivas son imposibles sin la participación activa y el compromiso de los alumnos” (pág. 8).
El estudiante llega a la escuela lleno de conocimientos y estrategias de aprendizaje, todas ellas son herramientas que pueden proveer tanto al docente como a los compañeros de clase de experiencias enriquecedoras en el proceso de enseñanza aprendizaje. Según la Organización de las Naciones Unidas (citado por Rosano 2015: 22) dentro del proceso, debe darse un diálogo, donde tanto los niños como los adultos participen a partir del respeto mutuo y sus opiniones sean tomadas en cuenta.