Por otro lado, el orden social desempeñaba un papel importante en la sociedad, dado que existía una estructura social ya establecida, la cual era compuesta por tres estamentos principales: la nobleza, el clero y el estado llano. La nobleza era la clase social más alta, llevaban el control de la economía y eran los más privilegiados. El clero estaba conformado principalmente por los señores feudales, al igual que la nobleza, eran una clase privilegiada. Por último se encontraba el estado llano, donde se encontraba la mayoría de la población (campesinado), incluía los hombres libres y siervos (Portillo).
Con relación al párrafo anterior, el concepto de demostración de poderío y dominación territorial se expresa en la nobleza, quien era propietaria de la tierra, a pesar de ello, el dinero obtenido a partir de la tierra no era destinado a la mejoría de ciertas técnicas agrícolas, por el contrario, gastaban su dinero en armas u otros objetos innecesarios. Lo que ejemplifica la dominación territorial ejercida en la época, puesto que quienes eran realmente los productores de riqueza (campesinos, siervos) no tenían la opción de proponer el destino de los fondos recaudados, demostrando a la vez el poderío de las clases sociales más altas.
Finalizando el siglo XI la producción se elevó exponencialmente, esto sucedió porque hubo una menor humedad, la cual contribuyó para desarrollar las actividades agrícolas. Adicionalmente, se produjo una serie de avances tecnológicos relevantes en el campo, estos aportaron a un incremento de los rendimientos. Durante el siglo XIII, la expansión agrícola tuvo un auge significativo.