Especies 2-16 julio-septiembre 2016 | Page 34

@1000K donde hoy se encuentra la entrada principal del bosque y el monumento a los Niños Héroes. Años después trasladaron sus instalaciones al área poniente, en los linderos de lo que hoy conocemos como “El Chivatito”. En la publicación “Arquitectura” de 1922, se citó que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) cedió los predios situados al poniente, para construir las instalaciones del zoológico y el jardín botánico, e inicialmente ambos estuvieron adscritos al Museo de Historia Natural. En los inventarios de los primeros animales registrados en 1890, se muestra una marcada preferencia por los felinos (leones, tigres y linces), úrsidos (osos) y cánidos (coyotes y zorros), así como aves anseriformes como gansos y patos, especies muy atractivas y de alto valor de exhibición. Años más tarde, “El Contemporáneo” (1899) de San Luis Potosí, publicó que un banquero de Australia apellidado Chunkiying obsequió al Gral. Díaz una colección de fieras australianas trasladadas desde California, cuyo destino sería el Zoológico de Chapultepec. Y el mismo año el popular “Diario del Hogar” publicó que el gobernador de Chihuahua había regalado un león africano. También se albergaron avestruces, que se consideraban aves de gran potencial pecuario. En el contexto de la historia A pesar del exotismo de la fauna silvestre exhibida, al parecer no había mayores atractivos, porque hasta 1910 este lugar aún no figuraba entre los paseos habituales de quienes vivían o visitaban la capital. Ya en la época contemporánea a partir del siglo XIX el modelo de exhibición permitió mantener a los animales en condiciones semejantes a sus hábitats, de manera temporal, en espera de ser vendidos a circos y otros zoológicos, pero mejorando notablemente sus condiciones de alojamiento al colocarlos en espacios más amplios, sin barrotes –que se sustituyeron por fosos de seguridad–, y ambientados con estructuras semejantes a rocas e incluso vegetación. También se incluyeron albergues de asociación de especies que permitieron la convivencia de especies diferentes, como ocurre en los ecosistemas donde habitan. El prototipo que definió esta etapa, se construyó en Stellingen, Hamburgo y fue inaugurado el 7 de mayo de 1907. En México los pioneros de este modelo de zoológico fueron el ZooMAT de Chiapas (1942), San Juan de Aragón en la Ciudad de México (1964) y el Africam Safari de Puebla (1972). Cimentos para el futuro Después de 33 años, el Zoológico de Chapultepec tuvo su primera remodelación en 1923, cuando pertenecía a la Dirección de Estudios Biológicos (DEB), cuyo titular A32 partir del siglo XIX se creó un modelo de exhibición para los animales, que semeja su hábitat natural