Especies 2-16 julio-septiembre 2016 | Page 15

Las venas de la sierra Las principales corrientes de la sierra nacen como pequeños arroyos en las partes altas y corren cargados con agua fría y limpia. Allá arriba, cobijados por coníferas y encinos, en algunos tramos sobreviven los ajolotes o monstruos de agua (Ambystoma velasci), increíbles anfibios que pasan su vida en estado embrionario. Su presencia indica calidad y pureza de agua. Más abajo, corpulentos sabinos, elegantes álamos de troncos blancos y esbeltos sauces forman bosques ribereños que, con sus raíces, detienen bancos y márgenes, aminoran la velocidad del agua y permiten que 27 especies de peces, además de acamayas y acociles endémicos puedan vivir, acompañados de los coros de ranas que dan un ritmo y sonido especial a la noche. La gran cordillera que se extiende al este, desde el río Moctezuma al Santa María como balcón a la Huasteca, aún en su mayor parte cubierta de selvas, bosques templados y de niebla, es donde aún encuentran cobijo las seis especies de felinos de nuestro país –del poderoso jaguar a los pumas y margays–, los amenazados hocofaisanes y los endémicos chivizcoyos, que prefieren los bosques de niebla como hogar. 13