Escuela del Adulto y Adolescente: Inclusión.,Motivación y Proyectos ESCUELA ADULTOS JUEVES 26-1017 FIN (2) | Page 6
representante de la Generación del 80, que esperaba a los inmigrantes del norte de Europa, los que
trabajaban en las industrias.
Luego de grandes debates en el Congreso Nacional, el 8 de julio de 1884 se promulga la ley de
Educación Común 1.420, que fue la normativa fundamental de todo el sistema educativo nacional.
En esta ley se cristaliza el lugar que se le daría a la educación de adultos, ya que si bien en el
artículo 11 se establece que la educación de adultos funcionaría en cuarteles, cárceles, buques de
guerra o en fábricas, pone como condición que deberán reunirse, como mínimo, cuarenta
estudiantes “ineducados”. Ambas condiciones –la ubicación de los servicios y el mínimo exigido
para la asignación de un educador por parte del Estado– constituirán una importante restricción
para la puesta en práctica de esta modalidad.
La consolidación de la educación de adultos en el sistema educativo argentino
En 1930, las re definiciones que comienzan a establecerse en el campo socio-laboral favorecen el
surgimiento de nuevas demandas de formación de la población adulta. En este sentido se
comienzan a pensar alternativas que superen la visión compensatoria de la Educación de Adultos
incorporando, a la enseñanza de las primeras letras, la formación para el trabajo.
Esta impronta continúa y se profundiza en los primeros gobiernos peronistas a través del impulso
que tomó la articulación educación-trabajo en todo el sistema educativo en general, y en el
subsistema de adultos en particular. En este período se reconoce como sujeto de derecho a grupos
hasta entonces excluidos del sistema educativo, y se tiende a pensar propuestas educativas para los
sujetos políticos y reales2.
2 Ver Rodríguez, Lidia: “El adulto como sujeto pedagógico y la construcción social de nuevos
sentidos”, en Puiggrós, A. (comp.). Discursos pedagógicos e imaginario social en el peronismo
1945-1955. Buenos Aires, Galerna, 1995.
Ya en 1960, en el marco de las políticas desarrollistas y en el contexto del desarrollo de las teorías
del capital humano, se fortalecerá aún más la articulación entre educación y trabajo para la
población adulta. También en esos años surgen fuertes críticas al desarrollismo, postulando la
“teoría de la dependencia”, y en ese marco surge –en el campo pedagógico– la experiencia y los
desarrollos teóricos del pedagogo Paulo Freire, que tendrá gran impacto en la forma de concebir la
educación de adultos en todo el continente. En ese contexto surgieron múltiples y variadas
experiencias de educación popular, tanto desde el propio sistema educativo, como por fuera del
mismo.
En 1968 se crea el primer organismo nacional destinado a atender y organizar la educación de
adultos en la nación argentina, la DINEA (Dirección Nacional de Educación de Adultos). Si bien
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