“El I+D está más o menos
cubierto pero la otra ‘i’ no”
LA INVERSIÓN DE ESPAÑA EN CIENCIA Y
SANIDAD
Los Presupuestos Generales del Estado del 2018 dotan a la
ciencia e investigación con 7.044 millones, 542 millones más
que en 2017. A diferencia de otros años donde la variación
ha sido ridícula, un incremento del 8,3%. El gasto del Estado
en asistencia sanitaria para el 2018 será de 4.252 millones.
Sin embargo, a pesar del aumento, COTEC afirma
que el Estado ejecuta únicamente uno de cada tres euros
del presupuesto para I+D+i. El pasado año solo se ejecutó
un 29,7% del presupuesto.
El gasto global en I+D+i alcanzaba en el 2016 el
1,19% del Producto Interior Bruto de dicho año según el
Instituto de Estudios Económicos (IEE). Manteniéndose los
valores de hace una década. Sin embargo, el gasto medio
de la Unión Europea alcanzaba el 2% del PIB.
Por desgracia, la
financiación no es el único
problema de la ciencia en
España. Existen multitud
de trabas legales a raíz de
leyes aprobadas por el
Gobierno con la intención
de controlar el gasto
público. Esto ralentiza la
utilización del presupuesto
destinado a I+D+i.
Además, la temporalidad
en los contratos como
ocurre, por ejemplo, en el
CSIC y la ‘fuga de
cerebros’.
Sin embargo, la financiación del proyecto frena ahora mismo la implantación de
estos ‘test’ en el cáncer de riñón, tanto en los hospitales españoles como a nivel
internacional. Espinosa expone que en España la financiación está más o menos
resuelta en las primeras fases (I+D). Sin embargo, puntualiza: “cuando uno hace un
descubrimiento puede obtener financiación, pero si luego lo que quiere hacer es
llevar ese descubrimiento al mercado, es decir, ponerlo a disposición de la gente
eso ya no es tan fácil”.
“El I+D está más o menos cubierto pero la otra ‘i’ que es la de la innovación no. Es
imposible con las ayudas públicas o por lo menos con las que tenemos acceso
nosotros, los hospitales, acceder a la innovación. Solamente una empresa está en
condiciones de acceder a este tipo de ayudas”. Esta es la razón por la que, junto
con los investigadores del IdiPAZ, tuvo que crear la empresa ‘Biomedica Molecular
Medicine’. Enrique Espinosa es el director médico y su labor principal es acercar la
realidad de los pacientes con los que trata cada día a la investigación.
Los proyectos de investigación son básicos en la medicina, pero son complejos. El
‘test’ tiene que ser validado antes de llegar al mercado. Lo que se ha descubierto en
la primera fase tiene que corroborarse repitiendo el experimento con otras muestras
de tumor. “Una vez está comprobado uno tiene garantías de que el test, una vez se
comercialice, va a funcionar como se espera. Eso se llama validación”, explica
Enrique Espinosa.