Cartas niponas
Carta de Ayano a su hermana Makoto
H ola, mi querida hermana, mi primer día en España ha sido muy satisfactorio. He conocido un poco de la ciudad de Madrid de mano de mi amigo Álvaro.
Me ha citado a las ocho en la puerta del hotel, hemos desayunado copiosamente en una cafetería( como hacen casi todos los españoles) y después me ha llevado a conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad. Hemos estado en el Museo del Prado y hemos paseado por la Gran Vía. Lo único malo es que en este país la gente grita mucho y habla muy alto en medio de la calle, lo que hace muy complicado mantener una conversación, pero supongo que es parte del ambiente y de la vida en una ciudad tan grande y viva como lo es Madrid.
Sobre las tres de la tarde hemos decidido parar a comer; yo estaba hambrienta ¿ por qué es tradición en España comer mucho y dejar pasar mucho tiempo entre comida y comida? No lo sabré nunca, pero tendré que adaptarme a este nuevo horario de locos para desayuno, comida y cena …
Ya en la tarde Álvaro me ha contado ciertas cosas sobre la situación de España, dos me han causado mucha impresión. Una de ellas es que la sanidad y la educación no las gestiona el gobierno, sino que cada comunidad autónoma es responsable de la sanidad y la educación en su territorio, es decir, que en Cataluña puedes dar Francés y en Madrid no, y en Murcia impartir cuatro horas de Física y en Galicia solo tres; en resumen, una cosa de locos( uno de los puntos más flojos del país y una posible causa de su fracaso escolar). La otra cosa es que en este país trabajan unas doscientas ochenta horas al año más que en países como Alemania, pero sin embargo su rendimiento es mucho menor, esto me parece raro, ya que en Japón también se trabajan bastantes horas, pero, según estudios, somos muy productivos.
Para hacer que me olvidase un poco de esto y viese una mejor faceta de España, después de cenar Álvaro me ha llevado a varias discotecas juveniles de Madrid y me ha hecho pasear por zonas como el Parque del Retiro, que, aunque fuesen las once de la noche … ¡ estaba lleno! Me quedé realmente sorprendida, Madrid no duerme. En Japón por la noche todo el mundo se va a dormir pronto y nunca sale, sin embargo, parece que en España es todo lo contrario, ¡ y me encanta esta faceta de los españoles, es genial!
En los días siguientes seguiré escribiéndote desde el hotel para describirte con más detalle este interesante país que es España, y también te contaré mis aventuras con Álvaro, un saludo y hasta entonces.
Ayano Murakami
Autor: Álvaro Gallego.
ENTREMANOS N º 4 33