Entremanos nº4 4ª época | Page 21

chos estudios señalan que estos niños con obesidad suelen tener baja autoestima y son con frecuencia víctimas de estigmatización social, de rechazo por el entorno más próximo, de humillaciones, de asilamiento. Si la Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado internacional más ratificado de la historia, ¿no estamos, por culpa de hábitos sedentarios y malas prácticas alimentarias, privando a las generaciones futuras de este cuarto principio en el que queremos garantizar una vida plena para todos los niños? El Plan de Acción de la Estrategia Mundial para la Prevención y el Control de la Enfermedades no Transmisibles elaborado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) constituye una hoja de ruta para el establecimiento y fortalecimiento de iniciativas de vigilancia, prevención y tratamiento de este tipo de enfermedades, entre ellas la obesidad. La gravedad del diagnóstico de la obesidad en la sociedad me llevó a poner en marcha la Gasol Foundation para promover y transmitir estilos de vida saludable entre los más jóvenes a través de la actividad física y de una alimentación más equilibrada y sana, elementos clave para luchar contra el sedentarismo y combatir los crecientes índices de obesidad infantil. Mediante talleres nutricionales, sesiones de actividad física y la implicación de los familiares y educadores, nuestros programas promueven que los niños adquieran los conocimientos, las actitudes y los hábitos básicos para su pleno desarrollo. Pero por descontado, ninguna intervención por sí sola puede frenar la creciente epidemia de obesidad. Por ello es necesario un enfoque multisectorial, transversal y coordinado: los Gobiernos, la sociedad civil, las familias, los cuidadores, las instituciones académicas y, por supuesto, el sector privado, deben asumir su compromiso. Debemos impulsar la actividad física de una manera segura, siendo prioritario que el sistema educativo se tome muy en serio esta disciplina dentro del horario escolar. Debemos incluir clases sobre nutrición en el plan de estudios básico de las escuelas. Y también invertir y trabajar para que los niños se desenvuelvan en entornos escolares saludables. Asegurarnos de que los más vulnerables y desfavorecidos tengan acceso a alimentos sanos y conseguir un impuesto eficaz sobre las bebidas azucaradas. Tenemos la responsabilidad moral de trabajar juntos para un objetivo común: lograr que el pleno desarrollo de los niños, incluyendo una alimentación saludable, deje de ser ese derecho olvidado. http://www.gasolfoundation.org/es/ ENTREMANOS Nº 4 21