las desfavorecidas. En otras palabras, solo exige mayor participación de la mujer en puestos de poder (feminismo liberal).
¿Ahora, realmente Honduras está preparado para estos cambios? Porque según varios analistas, la sociedad hondureña es de las más conservadoras de América Latina y aunque parezca mentira, la iglesia aún tiene mucho poder. Ejemplo de esto es la despenalización del aborto que están en los planes de Castro y que es aun firmemente rechazado por gran parte de la población.
Desde hace varios años las mujeres hondureñas han luchado por conseguir una verdadera participación política, a la fecha según datos del Consejo Nacional Electoral las mujeres se encuentran en desventaja en el Congreso Nacional del saliente gobierno con 27 diputadas frente a 101 diputados hombres. Enormes expectativas que recaen sobre los hombros de Xiomara Castro en donde se enfrentará a un ambiente hostil y en el que tendrá que demostrar su capacidad intelectual y de ejecución.
A opinión, la correcta corriente feminista implica igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en todas las esferas de la sociedad, económico, social, político, laboral, un completo nuevo orden social. Las mujeres menos desfavorecidas deben ser el centro de atención, pero tampoco esta divorciada con el acceso de las mujeres al poder especialmente si trabajan por la igualdad.
Litzy Muñoz