En Redes Ceilac No. 3 | Page 18

Depósito legal AR2017000223 Número 10065 En Redes Ceilac Año 2. No. 3 Junio, 2018 Así, se ejecuta la praxis docente desde una visión transformadora, problematizando a los actores involucrados, ensayando cambios desde una perspectiva crítica, actuando conscientemente sobre la realidad. Según Freire (1976), la praxis es diálogo, es unión inquebrantable entre el ser humano y el mundo. Sobre la base de las anteriores consideraciones, cabe afirmar que el ser humano se transforma gracias a la educación; pues su acción permite entregar como legado los saberes construidos a las nuevas generaciones, quienes podrán encontrar en éstos, puntos importantes para continuar el proceso de construcción que debe conducir a un mejoramiento permanente del ser, del conocer, del hacer y del convivir. Educación para la Vida Por otra parte, Arendt (1996) explica que el proceso de aprendizaje humano, desde la convicción de que su naturaleza social no es suficiente para incorporarlo y adaptarlo a la vida organizada con otros seres humanos, pues no se habla de organizaciones sencillas, sino complejas, plenas de historia, valores y múltiples significaciones. Además, la educación es instrumento privilegiado de reproducción social, es decir, de la preservación del orden social conforme a la más antigua tradición cultural. Por ello, la educación es un proceso permanente que acompaña al hombre durante toda su vida y no una o varias actividades formativas de enseñanza y aprendizaje circunscritas a la escuela, a determinadas etapas de la vida (infancia y juventud) o a algunas de la dimensiones de la persona, cual ha sido el caso de la dimensión cognitiva y de adquisición de conocimientos. La prioridad del quehacer educativo la constituye, sin duda alguna, la formación para la vida. No obstante, desde diversos puntos de información del acontecer cultural se reciben contenidos que atentan contra la condición vital. En ese sentido, la Teoría Adaptativa surge consciente de la diversidad y heterogeneidad presente en las aulas de aprendizaje y ante el reto de obtener el mejor resultado educativo posible de cada persona que se forma en los diversos contextos educativos. La Teoría Adaptativa parte del supuesto de que el éxito educativo se debe a la capacidad de ajuste de los métodos educativos a las diferencias relevantes de los estudiantes. Esta Teoría, según Glaser (1980) pretende garantizar la equidad al tiempo que desarrollar cada individualidad y una educación de calidad para todos los estudiantes, atendiendo las diferencias individuales, pedagógicamente significativas y derivadas de diversidad de intereses, habilidades, estilos y/o entornos educativos y sociales. Desde un planteamiento reflexivo y flexible, busca estrategias educativas variadas que se ajusten a las necesidades de aprendizaje concretas para facilitar el óptimo desarrollo de las competencias de cada estudiante. Esto implica un equipo docente que reflexione sobre el modelo de adaptación adecuado a los recursos del contexto y que se caracterice por el dominio de cuatro competencias claves: a) compromiso y actitud positiva ante la diversidad, b) planificación educativa que considere las diferencias individuales de los estudiantes, c) mediación educativa individualizada para el logro de los objetivos y d) evaluación formativa orientada tanto al aprendizaje de los estudiantes como de las estrategias adaptativas adoptadas. El gran aporte de la Teoría Adaptativa plantea la integración entre cognición e instrucción, conceptos que hasta ese momento habían sido estudiados por separado. Pellegrino y Glaser (1988:14) resumen las conclusiones que fundamentan la base para la construcción, desarrollo y evolución de esta disciplina de la siguiente manera. (a) Valorar las diferencias individuales de los estudiantes en los procesos intrínsecos del aprendizaje y rendimiento. (b) Contemplar la inteligenc