En Red #4 Resvista en red Cuarta edición | Page 24

Comunicar es poner en común En la universidad descubrí el mundo de la comunicación y toda su complejidad. Una amiga una vez me dijo que pensaba en los ruidos en la comunicación como el origen de casi todos los problemas del mundo. Siempre que un estudiante me mira con una carita de “No te entiendo” me acuerdo del diseño del proceso comunicativo y busco donde podría estar el ruido que no permite nuestra comunicación efectiva. Después de un año de vivencia, de muchos éxitos, errores y, sin duda, de mucha reflexión y cambio me di cuenta de que casi siempre soy yo la que provoca la incomunicación. Yo comunicando desde mi punto de vista, mi universo, mis cogniciones. Por eso empecé a escuchar y observar con más atención a mis estudiantes y sus producciones. En las clases, propuse más actividades de creación. Me molesta que la competencia de crear esté en el la cumbre de las habilidades cognitivas. Pienso que hay que regar la semilla creativa desde el primer escalón. Así nacía la primera película que mis estudiantes escribieron, actuaron, grabaron y dirigieron (vamos a empezar en el proceso de edición ahora). El proyecto de creación audiovisual me aproximó de los estudiantes y pude ver el mundo desde sus lentes. El “no entiendo, no sé escribir” se convirtió en “voy a escribir mi historia y grabarla con mi celular”. Mis estudiantes estaban comunicándose conmigo más cómo emisores y productores de información y menos como receptores de contenido. Pienso ser ese el escenario que necesitamos cada vez más en nuestra Latinoamérica de tantos conglomerados de medios. Es lindo y motivador ver a los niños produciendo sus propias campañas contra 23 el racismo, sus carteles sobre igualdad de género y ficciones autorales tan genuinas. Uno de los vídeos que ellos hicieron fue una clase sobre las campañas comunitarias, donde explicaban el concepto y el proceso de creación a estudiantes de una escuela ubicada en un barrio lejano al nuestro, donde trabaja otra “Ensina”. El intercambio de videos fue una experiencia única y enriquecedora para todos los involucrados en ese proceso magnífico de comunicación. Me gustaría finalizar este relato diciendo que la idea de llevar la cámara a la clase nació de una conexión en nuestra Red latinoamericana. Leí un texto de una alumni de Enseña Perú y la contacte. ¡Tuvimos una charla inspiradora! Natalia me contó sobre sus experiencias con las cámaras en clase y me motivó a hacer lo mismo. De hecho: juntos impactamos más! El “no entiendo, no sé escribir” se convirtió en “voy a escribir mi historia y grabarla con mi celular” María Eduarda Gomes, Ensina Brasil Generación 2017 [email protected]