Leer buscando palabras clave quizá tiene el efecto de confirmar en el lector las asociaciones que esas palabras clave ya tienen. Un lector que ve en la pantalla las palabras “inmigración” o “aborto” puede generar emociones fuertes sobre ellas, pero no puede conocer las ideas potencialmente diferentes de otra persona como cuando alguien lee un argumento sobre las mismas palabras en papel.
Las implicaciones de esto en la vida política no pasan inadvertidas. La rabia se alimenta a sí misma para producir una rabia mayor; las opiniones polarizadas se intensifican; votantes individuales se fusionan en masas que acosan; enemistades virtuales se convierten en físicas.
El mundo digital pone a disposición de todo el mundo cantidades inimaginables de información, mientras transfiere a la red y a la masa lo que antes eran aspectos de conocimiento y juicio personales. Este cambio se produjo antes de la era digital.
Como cualquier otro aspecto del mundo digital, el nuevo clima sexual tiene sus ventajas y sus desventajas. Hoy casi nadie es humillado por variedades del deseo que antes podrían haberlo aislado. El mismo mundo público que ofrece una comunidad compartida para todo tipo de odio especializado también, por primera vez, ofrece una comunidad compartida y solidaria para cada variedad del amor.