Y me pregunté cual sería la razón por la cual un niño plantaba un árbol en medio de un desierto, si yo sabía realmente que jamás crecería nada en esa tierra. También me resultó muy curioso el porqué un joven estaba solo en medio del desierto ¿Cómo habría llegado hasta esas tierras tan alejadas de toda civilización? Además ¿Que quería conseguir dejando una semilla de un árbol en un lugar tan árido, donde la pobre semilla no tendría tiempo ni de ver el cielo azul antes de morir?
Supongo que lo que pensé fue que lo que hacía el pequeño se trataba de alguna tradición de alguna tribu cercana al desierto, que llevaría plantando semillas durante años, y que seguramente, si crecía un árbol en esa tierra, el que lo había plantado sería algún tipo de elegido.
Entonces el joven dejó de escarbar el suelo y puso la pequeña semilla en el fondo del hoyo y comenzó a taparlo con la tierra que había extraído. El mundo entero se quedó en silencio y solo se oía el lejano sonido del viento removiendo la arena, hasta que se escucha algo muy similar al crujido que hacia la casa de madera de mi abuela por las noches cuando todo se quedaba en silencio. Primero el sonido se escucha lejano y parece que tarda en llegar a mis oídos, pero enseguida suena tan fuerte como si el mundo entero pudiese oírlo y bajo mis pies comienza a vibrar el suelo, vibra como si el planeta entero quisiese explotar y hacer de todo lo que veo a mi alrededor polvo, pero lo único que ocurre es que comienzan a florecer unas preciosas ramas en aquel lugar donde el chico había plantado su árbol, que enseguida se convierte en un tronco y en cuestión de segundos, se transforma en un precioso árbol que jamás había visto, pero que a la vez, sentía conocer a ese árbol como si fuese mi mejor amigo.
Dejándome llevar por mis pies me acerco al majestuoso ser y me arrodillo al lado del pequeño.
-¿Qué has hecho? – le pregunté ya que él había causado todo aquello desde el momento que colocó aquella semilla en el suelo.
-Dirás ¿Que hemos hecho? – respondió él sin dejar ni un segundo de mirar las hojas del árbol.
- ¿Tú y yo?
-Observa las hojas