Alabamos a los que cultivan la tierra y trabajan en el Jardín de la Hermandad,
laborando en los campos que el Señor ha bendecido.
Al que cultiva la tierra con el brazo izquierdo y con el derecho, ella le dará
abundancia de frutos y plantas verdes y saludables y le dará granos dorados.
La fragancia y la fertilidad fluirán de aquella tierra y de aquellos campos y la
salud y sanación vendrán con plenitud, incremento y abundancia.
El que siembra el cereal, las plantas y las frutas, siembra la Ley Santa y hace
que la Ley del Creador sea un elemento de progreso.
Cuando toda la tierra se convierta en un jardín, entonces todos los cuerpos
terrestres serán libres de la vejez y la muerte, de la corrupción y la putrefacción,
por siempre y siempre. La misericordia y la verdad se unirán, la rectitud y la paz
se besarán una a otra, la verdad brotará de la tierra y la gloria habitará en
nuestra tierra.
EL ANGEL DE LA VIDA.
No seas ingrato con tu Creador porque El te ha dado la vida.
No busques la Ley en las escrituras, porque la Ley es la vida, y las escrituras
solo son palabras.
Te diré en verdad, Moisés no recibió de Dios Sus leyes en forma escrita, sino a
través de la palabra viviente. La Ley es la palabra viva del Dios viviente, para los
profetas vivientes y para los hombres vivientes. La Ley está escrita en todo
aquello que tiene vida.
La Ley se encuentra escrita en las praderas, en los árboles, en el río, en las
montañas, en las aves del cielo, en las criaturas selváticas y en los peces del
mar.
Pero la Ley se encuentra escrita de modo especial en ti mismo. Todas las cosas
vivientes están más cerca de Dios que las escrituras que no tienen vida. Así
creó Dios la Vida y todas las cosas vivientes, de modo que ellas pudiesen
enseñarle a los Hijos de los Hombres, las leyes del Padre Celestial y la Madre
Tierra; por medio de la palabra eternamente viva.
Dios no escribió las leyes en las páginas de los libros, sino en tu corazón y tu
espíritu. Esas leyes están en tu aliento, en tu sangre, en tu carne, en tus ojos, en
tus oídos y en todas las partes pequeñas de tu cuerpo.
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