aprenderá a elevarse sobre las nubes y su hogar estará en el Mar Eterno donde
está plantado el Sagrado Arbol de la Vida.
No esperéis la muerte para revelar el gran misterio, si no conocéis a vuestro
Padre Celestial mientras vuestros pies caminan por el suelo polvoriento, no
habrá para vosotros sino sombras en la vida que está por venir.
Aquí y ahora el misterio se revela. Aquí y ahora se corre el velo, mas no temas,
oh hombre, sujétate de las alas del Angel de la Vida Eterna y remóntate por los
caminos de las estrellas, la luna, el sol y la Luz Eterna, moviéndote alrededor de
sus órbitas por siempre y volando al Mar Celestial de Vida Eterna.
La QUINTA COMUNION es con el Angel del Trabajo, que canta en el
zumbido de la abeja, en su elaboración -sin descanso, de la miel dorada; en la
flauta del pastor que duerme temeroso de que su rebaño se extravíe, en el canto
de la doncella cuando coloca su mano sobre el huso. Y si pensáis que estas
cosas no son agradables a los ojos del Señor –cuando la más sublime plegaria
resuena en la más alta montaña, entonces vosotros –en verdad, os equivocáis.
Pues el trabajo honesto de las manos humildes es una oración diaria de acción
de gracias y la melodía del arado es un cántico jubiloso al Señor.
El que come el pan de la pereza, debe morir de hambre, pues un campo de
piedras únicamente produce piedras. Para él el día no tiene mañana y la