no los podemos ver, sentir ni tocar. ¿Cómo podemos, pues, caminar hacia ellos
en el Edén Infinito? Maestro, dinos qué debemos hacer.
Y el sol de la mañana rodeó su cabeza con una aureola cuando Jesús los miró y
les dijo:
Hijos míos, ¿no sabéis que la tierra y todo lo que mora en ella es solo un reflejo
del Reino del Padre Celestial? Y, como son amamantados y protegidos por su
madre cuando niños y solo vais y os unís con vuestros padres en el campo
cuando ya crecéis, así mismo los ángeles de la Madre Tierra guían vuestros
pasos hacia e