ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 48

Donde Dios habla al hombre. Nota Editorial: el "temor" –sostiene el tibetano D.K. en "Espejismo – Glamour: Un Problema Mundial" de A.A.B., es la raíz de todos los "espejismos". Cuando los apóstoles de Jesucristo se encontraban en una mar turbulenta y oscura, Él les brindó tranquilidad diciéndoles "Calma. Soy Yo, No temáis". La transcripción de la siguiente visión presenta al Dios en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. El, nos acompaña desde nuestro interior en todas las etapas claves o de transformación en nuestra vida, en medio de los fenómenos naturales de la Tierra y el cosmos donde nos desenvolvemos. La palabra "serénate" es una forma positiva para decirnos "calma, tranquilos; siempre estoy con vosotros". Te hablo. Serénate, reconoce que Soy Dios. Te hablé cuando naciste. Serénate, Soy Dios. Te hablé en tu primera mirada. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablé en tu primera palabra. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablé en tu primer pensamiento. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablé en tu primer amor. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablé en tu primer cántico. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través del pasto de las praderas. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de los árboles de los bosques. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de los valles y de las colinas. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de la montaña sagrada. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de la lluvia y de la nieve. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de las olas del mar. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través del rocío de la mañana. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través de la paz del atardecer. Serénate y reconoce, Soy Dios. Te hablo a través del fulgor del sol. Serénate y reconoce, Soy Dios. 48