Al fin, el Hijo del Hombre buscará paz con el Reino de su Padre Celestial,
porque verdaderamente, el Hijo del Hombre es nacido de su padre por simiente
y de madre por cuerpo, para que pueda encontrar su verdadera herencia y
conocer que es el Hijo del Rey.
El Padre Celestial es la única Ley, Quien hizo las estrellas, el sol, la luz y la
oscuridad y la Ley Sagrada de nuestras almas. En todas partes El está y no hay
lugar donde El no se encuentre.
Todo en nuestro entendimiento y todo lo que conocemos, todo es gobernado por
la Ley; la caída de las hojas, la corriente de los ríos, la música de los insectos en
la noche, todo esto es regido por la Ley.
En el Reino de nuestro Padre Celestial hay muchas mansiones y muchas son
las cosas ocultas que aún no pueden conocer.
Les digo en verdad, el Reino de nuestro Padre Celestial es vasto, tan vasto que
ningún hombre puede conocer sus límites, porque allí no los hay.
Sin embargo, todo Su Reino puede ser encontrado en la gota más pequeña del
rocío sobre una flor silvestre, o en el aroma del pasto recién cortado en los
campos bajo el sol de verano.
¡Verdaderamente no hay palabras para describir el Reino del Padre Celestial!
Gloriosa, de veras, es la herencia del Hijo del Hombre, porque solamente a él le
está dada, para entrar al Torrente de Vida, el cual lo guiará al reino de su Padre
Celestial. Pero primero debe buscar y encontrar la paz con su cuerpo, con sus
pensamientos, con sus sentimientos, con los Hijos de los Hombres, con el
conocimiento Sagrado y con el Reino de su Madre Tierra.
Porque les digo en verdad, este es el barco que llevará al Hijo del Hombre sobre
el Torrente de Vida hacia su Padre Celestial.
El, debe tener la paz que es séptuple antes de que pueda conocer la única Paz
que supera el entendimiento, incluso de su Padre Celestial.
De este modo, por lo tanto, pídanle a vuestro Padre Celestial, cuando el sol esté
alto al medio día: Padre Nuestro que estás en el Cielo, envía a todos los Hijos
de los Hombres Tu Angel de la Paz y envía Tu Reino, Padre Nuestro Celestial,
Tu Angel de la Vida Eterna, para que podamos elevarnos más allá de las
estrellas y vivir por siempre.
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