El Zaraguato Septiembre-Noviembre 2016 | Page 14

Aquí los muertos viven Por: Rebeca Guzmán Silvestre Pedro Páramo, novela catalogada en el subgénero: realismo mágico; se publicó por vez primera en 1955. Escrita por Juan Rulfo - escritor, fotógrafo y guionista mexicano (1917 – 1986) -, quien ha recibido el reconocimiento mundial con la publicación de dos obras: el libro de cuentos El Llano en llamas (1953) y Pedro Páramo. Y aunque siguió escribiendo, solo dio contados textos. Según el autor, “Pedro Páramo” fue escrito en cinco meses; de abril a septiembre de 1955. En “Pedro Páramo” la voz que nos va contando la historia es de primera persona, pero va cambiando quien la cuenta, y en la narración vamos del presente al pasado, y del pasado al presente; aunque para la voz que lo narra, todo es presente. En el transcurso de esta historia, en algún momento nos encontramos con la revolución mexicana, lo que hace pensar que algunas partes ocurren alrededor de 1900. La historia se desarrolla en Cómala: Aquí los muertos viven; un lugar que en estos días no encontraremos más que en las páginas de algunos libros. Aquí, donde el aire es escaso, se pueden escuchar las voces de los que ya no están vivos; y si escuchas sólo el silencio, es porque no estás acostumbrado a él. Juan Preciado llega a este lugar buscando a Pedro Páramo, por promesa hecha a su madre en el lecho de muerte. Cómala es un pueblo hace recordar raíces. Es una historia mexicana que puede parecer muy actual en algunos aspectos; un hombre que hace las leyes como quiere -y aquel que se interponga muere; donde son tantos los muertos que rezar no es suficiente. «Si acaso les tocaría un pedazo de padrenuestro. Y eso no les puede servir de nada.» Los personajes se van revelando poco a poco, algunos teniendo papeles protagónicos y otros según pasa la narración van apareciendo en el relato como ayuda a la historia. Cada personaje tiene su propia forma de expresarse, haciéndonos sentir cierta familiaridad con el lenguaje que se maneja en algunas zonas rurales del país y a pesar de ello, tal vez escuchamos en el lenguaje cotidiano de las personas con más edad. Por ello, “Pedro Páramo” es una lectura obligada.