El Zaraguato Diciembre-Febrero 2017 | Page 12

Abismo

Lo siento en el fondo , una cuna en el desierto , una herida abierta en el pecho por encima de todos los olvidos que se acumulan cuando de repente dejas de sonreír , igual que si en una mesa inmensa se apagara la última luz de la noche .
Así , lo siento en la memoria . Mi raíz en la celda más oscura de tu rechazo , que es la prisión de las cosas destruidas : Prisión de una planta petrificada en eterna primavera , prisión de un paraíso hecho por ángeles caídos , prisión de una estrella degradada a simple cerillo , prisión de un sol hecho añicos ; presos en ti , en la frontera de lo que en ti es deleite y en mí es delirio .
Lo siento en el fondo ; una gotera poblada de ecos que pronuncian tu nombre , tu nombre que perfora mi soledad de dura piedra . Lo siento en el fondo ; encadenado a ésta flor arrancada de mi garganta .
Así lo siento profundo ; pero tú , solo sabes huir de mi encuentro ; pero yo , reciclando las alegrías de otros , seguiré sonriendo para ti , que eres el mástil que sostiene éste velamen sin viento en medio del desierto , éste desierto del fondo siempre en el fondo .
Lejos de mis manos y mi sonrisa , y mi piel que solo anhela tu piel , y mi pelo que se pierde en lo pretérito de soñar dormir con tu pelo . En el fondo siempre en el fondo , lejos de todo lo que puedo tocar , oculto , distante de todo lo que puedo ver . Pues la que veo es solo una proyección sideral de la que en mi palpita ; ambas brillando universales , cultivando el feroz anhelo de ser quietud entre sus brazos , ser luna anclada a su sexo de noche ; iluminando el huracán sin destrozos que es mi dolor .
Entonces , justo aquí te siento , debajo del corazón y me doy cuenta de que para ti solo puedo seguir cayendo de fondo en fondo siempre al fondo , hasta encontrarte .
Sergio Rodrigo Kanek Quintanar Tapia