El Uru Revista Nº 40 | Page 31

lidad. Sin maquilladoras que uniformicen las caras, cada cual se pintaba con su estilo, e impronta. Sin vestuaristas eurocéntricos, teatrales u operísticos de lujos de otra cla- se. Eran otros tiempos, en los cuales la murga montevideana provenía de las barriadas obreras y populares y representaba a “los de abajo” como eran; nada más y nada menos. Eso intentó ser “Por la Vuelta”. “Si un grupo de muchachos de Monte- video, a la salida de un espectáculo de un conjunto español, decide hacer un conjunto inspirado en lo que presen- ciaron, lo más probable es que hagan algo propio, surgido del perfil cultural de su medio social. Recordarán siem- pre que se inspiraron en el conjunto español, pero lo que harán será otra cosa.” (Coriún Aharonián. “Músicas po- pulares del Uruguay”, página 167) Consecuente con lo que representaba, la murga se hizo presente de forma solidaria, en festivales por: Abajo la dictadura en Uruguay; Fondo de Huelga de trabajado- res en lucha y por el Juicio y Castigo a los genocidas Contra las leyes de obediencia debida y punto final y contra la amnistía a Una foto con historia de la Murga “Por la Vuelta” Pag 31