unos años trabajando ahí y logró bajar el índice,
inclusive hubo momentos que fue cero absoluto”.
Peláez explicó que en esa localidad había “una
naturalización muy grande del tema” y que se
dio un “efecto dominó”: “Estaba la idea de que si
mueren Juan y Pedro ahora le toca a Diego, así
que nos quedábamos esperando el tercer suici-
dio”.
La persona que se quiere suicidar se carac-
teriza por su falta de empatía, no puede pensar
en el entorno que la rodea e incluso puede creer
que sus seres queridos van a vivir mejor sin ella.
“Está desesperada, es como que le pidiéramos
a un hambriento que hace un mes que no come
que piense en los demás”, agregó la especialis-
ta.
De todos modos, cuando alguien llama a la lí-
nea de “ULTIMO RECURSO” y dice que quiere
suicidarse, suelen hablarle de sus familiares: “In-
tentamos nombrarles a sus seres queridos para
que momentáneamente eso los pueda ayudar a
salir de la crisis”.
El índice de suicidios en los hombres es
mucho mayor que en las mujeres. Por cada
mujer que se autoeliminó en 2015, fueron
cuatro los hombres que lo hicieron, según los
datos del MSP. “Llaman más las mujeres que
los hombres, porque ellas son más de pedir
ayuda”, señaló la experta. Además, uno de los
detonantes del suicidio es la violencia de géne-
ro: “La agresión hace que la mujer deteriore su
autoestima y eso le genera un comportamiento
suicida”, afirmó.
La línea de emergencia de Último recurso
funciona 24 horas los 365 días del año. Si la
persona que llama ya comenzó el intento de
autoeliminación, desde la organización le en-
vían ayuda. “En ese momento lo primero que
hacemos es averiguar en dónde está para man-
darle una ambulancia”, contó Peláez. También
suelen buscar en la guía telefónica y contactan a
algún vecino para que pueda rescatarlo: “Le pe-
dimos que le golpee la puerta y se la abra, para
que la ayuda sea rápida”, sostuvo.
Si bien el suicidio tiene muchas causas,
la especialista afirmó que hay determina-
dos patrones que siempre se repiten: “Las
rupturas amorosas, la violencia domésti-
ca, la adicción a las sustancias legales y
no legales, la pérdida de trabajo y las en-
fermedades psiquiátricas subtratadas son
los principales generadores de un com-
portamiento suicida”.
De hecho, Peláez sostuvo que un intento de
autoeliminación es “un acto que refleja una nece-
sidad que no se puede traducir en palabras”, por
lo que “un buen suicidólogo debería ayudarle a
descifrar qué quiere expresar”.
Nueve uruguayos intentaron autoeliminar-
se por día durante 2015. “El intento es aquí
y en el resto del mundo el principal predictor
de un futuro suicidio”, señaló la especialista.
En total, fueron 3.337 las personas que trata-
ron de autoeliminarse ese año, lo que coloca
a Uruguay en el primer puesto en América.
“Después de consultar a distintos autores que
abordan espiritualidad y religión como posibles
factores protectores sobre la conducta suicida,
podemos concluir que ya no resulta tan inelu-
dible la relación inversa entre ambas variables.
Si bien confiar en algo/alguien superior y bene-
factor brinda mayor seguridad y sensación de
protección, esto no alcanza a la hora de tomar
una decisión como la de terminar con la propia
vida”, afirmó el psiquiatra Freddy Pagnussat. Dijo
que “la espiritualidad y religiosidad” pueden lo-
grar “un mejor manejo de los cuadros depresivos
con riesgo suicida”. “La iglesia (...) puede ser de
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