El Uru Revista Nº 34 | Page 24

quinta que fue de Varela, cosa que fue aceptada, siempre y cuando, se abriera el camino de Sorchantes (actual Avda. Garibaldi) que corría al frente de dichos terrenos. La Compañía se comprometió a abrir dicho camino pero a su vez exigió a la Comisión la construcción de una plaza (Gral. Eugenio Garzón, hoy llamada Cardenal Antonio María Barbieri) frente al Templo. EL HOSPITAL VILARDEVÓ Miguel Antonio Vilardebó, comerciante y saladerista de la ciudad de Montevideo, había adquirido en abril de 1839 lo que constituyó su quinta del Reducto. A ella, el 19 de junio de 1860, fueron trasladados los alienados mentales existentes en el Hospital de Caridad al llamado Asilo de Dementes. Allí fueron enviados 28 pacientes, entre hombres y mujeres y año a año se iba incrementando en mucho número de internados. En 1867 el gobernador provisorio de la República, Gral. Venancio Flores, había colocado la piedra fundamental del nuevo edificio para el Asilo de Dementes en la quinta que fuera propiedad del catalán Vilardebó. Por diferentes motivos la obra se fue posponiendo y recién en el año 1876 se reemprendió la obra, con un nuevo proyecto a cargo del Ing. Eduardo Canstatt. La prensa montevideana difundía en diciembre de 1879, poco antes de inaugurarse el Manicomio Nacional, que el nuevo establecimiento fue inspirado en las mismas ideas pías de caridad y beneficencia que el primer hospital civil. Fue sin duda una obra de gran magnitud para la época- el mejor de América del Sur – y refleja honor para la comunidad que lo realizó. Se inauguró el 25 de mayo de 1880, con una solemne ceremonia que reunió una multitud, calculada en 12.000 personas. El acto contó con la presencia del Pag 24 Presidente de la República, Francisco Antonio Vidal y la participación de varios Secretarios de Estado, Ministros, y distintas personalidades del quehacer nacional. El edificio había sido embanderado, hubo desfile y bandas de música para festejar el acontecimiento. Lamentablemente toda esta pompa inicial de un hospital que fue considerado el mejor de América, en su fundación, el paso del tiempo y la desidia de las autoridades, hicieron que cayera en un deterioro inaceptable, olvidándose que sus internos son seres humanos dignos del mayor de los respetos. Este año en el carnaval el grupo de Parodistas Zíngaros, en una de sus parodias, realizó una pintura extraordinaria de la vida en ese nosocomio resaltando, con mucha altura, todas las carencias y el olvido, no sólo de las autoridades, sino también de una gran parte de la sociedad, que hemos convertido a sus internos, con nuestro silencio, en la “sociedad del olvido” Cabe destacar que desde hace muchos años funciona una emisora de radio, conducida por los propios internos, tratando de hacerse oír, no sólo en sus reclamos, sino también en sus creaciones artísticas y periodísticas. La radio se llama “Vilardevoz”. EL HOSPITAL ESPAÑOL Otro centro de salud importante del barrio es el sanatorio Hospital Español, que fue inaugurado en el año 1909 y fue financiado por la colectividad española. El Hospital Español se encuentra en la calle Garibaldi, frente a la iglesia del Reducto. Estuvo cerrado durante mucho tiempo y fue reabierto en el año 2006 durante la anterior gestión del Dr. Tabaré Vázquez. El barrio se fue diversificando, se instaló la fábrica de Fósforos Victoria y con la llegada del Mercadito de las Flores en la calle Guadalupe,