El Uru Revista Nº 34 | Page 22

LOS BARRIOS DE MONTEVIDEO EL REDUCTO Por Aníbal Benítez Ahí va, sí lo veo, ahí va Pepino ...”Buenas noches, auditorio, con satisfacción lograda, ya se marchan, los patitos, a alegrar otras barriadas...” Ahí va Pepino al frente de sus Patos Cabreros, desde el Olivol Mundial, desde el barrio del Reducto hacia todo Montevideo, desparramando canciones, alegrías, carnaval. EL REDUCTO DE LAS TROPAS SITIADORAS Tomando como eje central la Avda. Gral. San Martín (antiguo Camino del Reducto) y enmarcado por la Avda. Millán y la actual calle Rocha, la Avda. Gral. Garibaldi (antiguo Camino “de la Figurita”) y el bulevar Gral. Artigas, se extiende el barrio conocido con el nombre de El Reducto. El origen del nombre se encuentra en el hecho de haber establecido el Gral. José Rondeau en este paraje, un reducto, en el año 1813, durante el Segundo Sitio en Montevideo aún en poder de los tenaces regentitas. La ubicación precisa del lugar que sirviera de alojamiento y cuartel general al Gral. Rondeau, sería la casa de Martín Gulart, conocido como “Machín”, en las cercanías de las actuales Avenidas San Martín y Burgues, que había sido fortificada y convertido en un reducto. Pag 22 Durante la Guerra Grande, el antiguo Reducto volvió a vivir jornadas bélicas ya sea como puesto de observación de las fuerzas de la Defensa o como batería avanzada de la línea sitiadora, hasta ir poco a poco transformándose en ruinas. Al realizar las excavaciones para la construcción de las escuelas públicas “Italia” y “Rodó”, se encontraron algunos restos que evidencian estas ruinas. El Reducto era una zona de quintas, las que eran cruzadas por el Camino Millán, en dirección a la Bahía, la calle Vilardebó, cruzando el arroyo Seco, ponía en comunicación al barrio con la bahía montevideana, ya que en la temporada invernal, surgían problemas de atasco en la zona comprendida entre el Camino Millán y la Avenida Agraciada, debido al mal estado en que quedaban los caminos en las época de lluvia, que se volvían nuevamente transitables con el tiempo seco. Hacia el año 1875 y pese a su ubicación privilegiada, por la cercanía, por su hermosísima topografía y por su numeroso vecindario, la zona se encontraba vegetando en situación de abandono, produciéndose innumerables robos y actos de pillaje lo que motivó la movilización de los vecinos para solicitar la creación de un Juzgado de Paz y una comisaría de Policía. Se acordaron que estos pedidos del vecindario, debían llevarse a cabo una vez sancionado el