LOS BARRIOS DE MONTEVIDEO
EL REDUCTO
Por Aníbal Benítez
Ahí va, sí lo veo, ahí va Pepino ...”Buenas noches,
auditorio, con satisfacción lograda, ya se marchan, los patitos, a alegrar otras barriadas...”
Ahí va Pepino al frente de sus Patos Cabreros,
desde el Olivol Mundial, desde el barrio del Reducto hacia todo Montevideo, desparramando
canciones, alegrías, carnaval.
EL REDUCTO DE LAS TROPAS SITIADORAS
Tomando como eje central la Avda. Gral.
San Martín (antiguo Camino del Reducto) y
enmarcado por la Avda. Millán y la actual
calle Rocha, la Avda. Gral. Garibaldi (antiguo Camino “de la Figurita”) y el bulevar
Gral. Artigas, se extiende el barrio conocido
con el nombre de El Reducto. El origen del
nombre se encuentra en el hecho de haber
establecido el Gral. José Rondeau en este
paraje, un reducto, en el año 1813, durante
el Segundo Sitio en Montevideo aún en poder
de los tenaces regentitas. La ubicación precisa del lugar que sirviera de alojamiento y cuartel general al Gral. Rondeau, sería la casa de
Martín Gulart, conocido como “Machín”, en las
cercanías de las actuales Avenidas San Martín
y Burgues, que había sido fortificada y convertido en un reducto.
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Durante la Guerra Grande, el antiguo Reducto volvió a vivir jornadas bélicas ya sea como
puesto de observación de las fuerzas de la Defensa o como batería avanzada de la línea sitiadora, hasta ir poco a poco transformándose
en ruinas. Al realizar las excavaciones para la
construcción de las escuelas públicas “Italia” y
“Rodó”, se encontraron algunos restos que evidencian estas ruinas.
El Reducto era una zona de quintas, las que
eran cruzadas por el Camino Millán, en dirección a la Bahía, la calle Vilardebó, cruzando el arroyo Seco, ponía en comunicación
al barrio con la bahía montevideana, ya que
en la temporada invernal, surgían problemas
de atasco en la zona comprendida entre el
Camino Millán y la Avenida Agraciada, debido
al mal estado en que quedaban los caminos en
las época de lluvia, que se volvían nuevamente transitables con el tiempo seco.
Hacia el año 1875 y pese a su ubicación privilegiada, por la cercanía, por su hermosísima
topografía y por su numeroso vecindario, la
zona se encontraba vegetando en situación de
abandono, produciéndose innumerables robos y
actos de pillaje lo que motivó la movilización
de los vecinos para solicitar la creación de un
Juzgado de Paz y una comisaría de Policía. Se
acordaron que estos pedidos del vecindario,
debían llevarse a cabo una vez sancionado el