El Uru Revista Nº 25 | Page 23

Dos ojos redondos y llorosos se alzaban desde la cuna y enseguida entonaron un llanto de buenos pulmones que se enseñoreó del lugar. Celina se apresuró a calmarlo con unas palabras en voz baja para que la reconociera, lo alzó mientras ponía la pava y avivaba el fuego con la otra mano. —El hijo de Paulino? Ella no contestó y supo de sus lágrimas porque un calor le arrebataba las mejillas. Ocultó la cara ocupándose del chico, se sentó de espaldas y ofreció su seno a la boca ávida que se prendió más por el susto que por el hambre. Se fue apaciguando y su mente pensaba con ahínco en que podía terminar lo que quedaba del día y la noche. El hombre había empezado el mate y chupaba pausadamente mientras mantenía la vista fija en la nuca de la mujer con acuosa persistencia. Piccardo e Hijos Plomero Gasista Matriculado Instalaciones Termo Solares 4682-7687 15-5483 2500 15-5483 2553 La abuela se levantó sigilosa, como un fantasma deslizó su cuerpo inclinado, pasó por delante del hombre con la colcha colgando de su brazo y dijo un buenas noches inaudible mientras desaparecía por la puerta del único cuarto. — Vamos a hacer noche, si no le molesta, patrona...los muchachos se pueden arreglar en el galpón— dijo mientras se dirigía a la puerta para controlar la carneada. Ella calculó cómo podría sobrellevar esa noche y se concentró en el día siguiente con su hijo sano y la abuela tejiendo… La mañana empezó por meterse en las hendijas del ventanuco y se hizo un haz que entró por la puerta que abría una mano sarmentosa. Un olorcillo a leña, y un movimiento de cuerpos se apoderó del patio y la cocina. La abuela que se había levantado temprano sentada al lado del brasero le alcanzó un mate a Celina que a su vez se lo dio al hombre con el pie en el estribo y pensó otra vez “Eran de los nuestros”. Graciela Silva Te hacemo el cuento MICRO DE LITERATURA RIOPLATENSE Y LATINOAMERICANA cada 15 días en el programa “Por el Mismo Camino” Sábados de 9 a 12 CONDUCEN Mara Häberli y Graciela Silva