EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 117
demás familiares también recibieron la atención
merecida aquella noche.
En la mañana de Navidad, casi todos los pos-
tres se engalanaron para ofrecer de nuevo sus
encantos gustativos a los humanos. El casi era
Polvoroncillo, que intentaba encaramarse al
cuenco en el que se hallaba Helado de chocolate
vegano con té verde.
—¿Necesitás ayuda?
Polvoroncillo se giró para ver a su abuelo
rodando hacia él.
—¡Hola, abuelo Alfajor! ¿Oyes eso? Parece que
el tío cocholate vegano está llorando. No me
gustó lo que hicieron papá y los demás.
...—Estuvo muy mal, por muy altanero que sea
ese tipo no se lo merecía, y menos en Navidad.
Va, subí encima de mí para ver cómo está.
...Y así hizo el pequeño. Dentro del cuenco, pu-
do observar las lágrimas de chocolate que sal-
taban como los chorros de una fuente.
—¿Cómo estás? —preguntó Polvoroncillo.
—¡Ay, ay! ¡Mira lo que me hicieron! ¿Así se
recibe a un familiar?
—Lo… lo siento. ¿Puedo hacer algo?
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