EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 100
cabos sueltos ni airear trapos sucios. Al irse su
cabeza a tan altas esferas, no percata, que una
de sus escarceos amorosos, le tenía atado por
sus bajos mentales.
Teniendo estudiadas las partes fuertes y débi-
les de su esposo, cansada de tosquedades a la
vez que satisfecha con los juegos carnales, En-
carna, consigue seguir disfrutando con el atri-
buto que la conquistó. También, que hija e hijo
que parió, tuvieran por padre biológico uno in-
verso, así, tendrían las dos partes equilibradas.
.Al saber por credenciales de la paternidad,
Joaquín compra el silencio de Encarna con sucu-
lenta compensación. No le importa, anda sobra-
do de dinero y no vislumbra educación dual. En
adelante, estudiaría mejor desde arriba.
Él es bien recibido a su lujosa casa, por pelo-
tillas, y una esposa esbelta, muy complaciente.
Esta, con picardía, se ganó la confianza de las
dos posiciones de Joaquín, actuando según con-
veniencia.
Adolfo sigue asentado cómodamente en su
zona baja, dando buena vida a esa parte allá
donde se tercie.
Encarna siente los placeres satisfechos. Y en-
tonces sonrió.
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