Orígenes y fuentes
El teatro latino surge a
partir del año 204 a. C
representado por
Andrónico,
presentaba en
Livio
quien
Roma las
primeras
obras
dramáticas
que
eran
imitación del teatro griego.
Sin embargo tal parece
que en el año 364 a. C ya
se
habían
juegos
introducido
escénicos
para
apaciguar a los dioses por
una terrible peste que los
amenazaba.
Por
tanto
antes de Livio Andrónico,
los romanos conocieron representaciones como las siguientes: danzas etruscas,
versos improvisados o versos fesceninos y las saturae. Sin embargo es hasta el
desenlace de Livio que los romanos conocen la tragedia y la comedia que puede
trasmitir el teatro.
“Los primeros teatros aparecieron en el siglo III a.C., pero eran estructuras
provisionales levantadas para cada ocasión. Los primeros edificios de piedra se
erigieron a mediados del siglo I a.C., y en ellos se aprecian diferencias
significativas con respecto a los teatros griegos: los griegos solían aprovechar una
ladera o un declive del terreno para disponer el graderío semicircular, mientras
que los romanos valiéndose de arcos y estructuras abovedadas pudieron levantar
edificios exentos. (Otero, 2014).