EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 240

Nada más alejado de la verdad. En primer lugar, hay que recordar que el proyecto inicialmente presentado por el Presidente al Congreso, llamado de alternatividad penal, era muy distinto del que, después, se convirtió en la Ley de Justicia y Paz. Aquél, además de no prever la imposición efectiva de penas privativas de la libertad, no obligaba a los paramilitares a confesar toda la verdad sobre sus delitos atroces, ni sobre sus vínculos con la clase política. Si el primer proyecto presentado por el Presidente, el de alternatividad penal – que recogía los acuerdos del Gobierno con los paramilitares – hubiera sido aprobado, la impunidad para los crímenes de éstos habría sido absoluta. En tal caso, la verdad sobre esos crímenes y sobre los nexos entre los políticos y los paramilitares habría quedado definitivamente sepultada. Más tarde, al Presidente debieron hacerle caer en la cuenta de que un proyecto que no impusiera penas acordes con la gravedad de los delitos, no impediría la intervención de la Corte Penal Internacional. Por eso, tuvo que presentar un nuevo proyecto de ley, el de Justicia y Paz, que establecía penas privativas de la libertad, pero irrisorias. ¡Era una manera de tratar de soslayar, tramposamente, la competencia subsidiaria de la Corte Penal Internacional! En la práctica, la Ley de Justicia y Paz consagra la impunidad de los crímenes atroces de los paramilitares. Y, no obstante la exigüidad de las penas previstas en ella, concede una rebaja adicional de hasta 18 meses, por el tiempo de permanencia en Santafé de Ralito – a pesar de que éste no era un lugar de reclusión –, mientras se negociaba el fementido acuerdo de paz. Pero la Corte Constitucional, al revisar la Ley, exigió la confesión plena de los delitos, por parte de los paramilitares. Al mismo tiempo, suprimió la rebaja de pena por la permanencia en Santafé de Ralito. Estas dos decisiones – ajenas a la voluntad del Presidente y de los paramilitares –, le abrieron las puertas a que se conociera toda la verdad sobre sus delitos y sobre sus nexos con la clase política. 240