EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 222
Montoya, quien se vio obligado a renunciar a la campaña como
consecuencia de la publicación de El Herald, recibió respaldo de
Álvaro Uribe Vélez quien procedió a “dar la cara” para mostrarlo
como un “hombre honesto”, víctima de periodistas que “violan el
derecho a la intimidad y al buen nombre de las personas”.
“A mí me da hasta pena con don Raúl Montoya”, exclamó el
Presidente Uribe.
Dos magistrados que tuvieron a su cargo el expediente por el
asesinato de Guillermo Cano fueron asesinados por sicarios:
Carlos Ernesto Valencia García, en agosto de 1989, y Myriam
Rocío Vélez Pérez, en septiembre de 1992 cuando se preparaba
para dictar sentencia.
Ambos jueces superiores comprobaron que Molina Yepes
desempeñaba el papel de “banquero de la mafia” y que de sus
casas de cambios de moneda salió el dinero para pagar a los
sicarios de Guillermo Cano, cumpliendo órdenes de Pablo Escobar
y El Mexicano. Esta conclusión, a la postre, tuvo respaldo con
informaciones que aportó a la Fiscalía General John Jairo
Velásquez Vásquez, Popeye.
“Conozco a Luis Carlos Molina desde 1985. La mayoría de los
miembros de la organización cambiaban los cheques ahí:
familiares de Pablo Escobar, familiares de nosotros o cualquier
persona que uno recomendara”, dijo Popeye.
Después de la muerte de Pablo Escobar, Molina Yepes ingresó al
Cartel de Cali, de acuerdo con la Fiscalía colombiana.
Gerardo Reyes reveló en abril de 2006 que a Raúl Montoya las
autoridades de Estados Unidos le quitaron la visa debido a
“sombríos e pisodios”.
Durante su primera campaña presidencial, en 2002 el entonces
candidato Uribe Vélez se salvó de un controvertido atentado en
Barranquilla. Iba en una camioneta blindada de Régulo Matera,
reconocido narcotraficante y dueño, mediante testaferrato, del
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