EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 201
Unidas de Colombia tomaron el poblado de Vigía del Fuerte como
una de sus bases de operaciones. Desde allí sus hombres
controlaron el Atrato hasta su desembocadura en el golfo de
Urabá. Durante tres años las autoridades locales se hicieron las
de la vista gorda ante las docenas de cadáveres que flotaban en el
río.
Las pruebas acumuladas contra el general Del Río señalan (que
hubo) un trabajo conjunto entre escuadrones de la muerte y el
Ejército Colombiano en las regiones de Córdoba, Urabá y el Atrato.
En el seguimiento como periodista que Ricardo Ferrer hizo en la
zona del Atrato, confirmó dicha cooperación, y lo mismo ha sido
denunciado por organizaciones como Amnistía Internacional y
Human Rights Watch".
Uribe es especialista en plantear disyuntivas a 180 grados de
distancia. Ahora mismo la suya es una propuesta sustancialmente
distinta de la de Pastrana, como su vida es sustancialmente
distinta de la de su padre a pesar de los caballos y de las
cabalgatas; como su política pretende ser transparente con
partidarios como el general Rafael Samudio Molina, el gran
responsable, junto con Betancur, del derrumbe institucional que
sufrió el país alrededor de la hecatombe del Palacio de Justicia;
como su propuesta busca desarrollar una guerr a frontal sin tener
una plataforma económica que la sustente... sesenta jóvenes
colombianos entre los 16 y los 28 años “que quieren estar vivos y
tener empleo en el año 2006” y que, tal vez detrás de ese
propósito esencial, mandaron un mensaje a miles de personas por
Internet, citan en él a Salomón Smith Bamey, de la Global
Emerging Markets Strategy, y afirman que “su programa
económico es el más incierto de todos. La financiación de la
guerra puede agotar el presupuesto nacional en seis meses,
multiplicando todavía más el desempleo, los impuesto y la
pobreza. Su retórica podría disparar un incremento en la
violencia”. Según ellos, Uribe es el candidato de la guerrilla, la cual
quiere “demostrar la impotencia del Ejército para ganar la guerra,
evidenciar los excesos de la derecha en el poder y recuperar su
prestigio nacional e internacional”. “Ningún proceso de paz en el
mundo en los últimos 50 años ha sido resultado de la guerra -
dicen los jóvenes-. Todos han sido producto de procesos de paz
201