EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 132
revista en el sentido de que 'se dotará a las Convivir con armas de
largo alcance con el fin de convertirlas en grupos de reacción
inmediata en apoyo de las Fuerzas Armadas', es sintomática del
grado de presión que existe para convertir a dichas asociaciones
en un ambiguo recurso de creación estatal, cuya forma de operar
se acerca a la de los grupos paramilitares. El 'derecho legítimo a la
autodefensa', preocupación genuina de la ciudadanía colombiana
que vive los efectos de la violencia en el país, no puede ser
confundido con la creación, fomento, apoyo y dirección de grupos
paramilitares destinados a la guerra sucia: el asesinato,
'desaparición' o tortura de aquellos bajo sospecha de ser
colaboradores o simpatizantes de la guerrilla, los integrantes de
organizaciones legales de izquierda, o aquellos que tengan la
mala fortuna de constituir un impedimento ante grandes intereses
económicos que recurren a la acusación de 'subversivo' para
ponerle fin radical al problema. La falta de medidas efectivas por
parte del Estado colombiano para garantizar la seguridad de la
ciudadanía no justifica la creación de organizaciones que puedan
conducir a la legitimación de la violencia paramilitar en Colombia".
En ese caldo de cultivo han proliferado las acusaciones por
vínculos con paramilitarismo y narcotráfico. Uribe Vélez no se salvó
de una de ellas. Cuenta Alternativa (diciembre, 1996), que el 31
de marzo de 1995, él y su hermano Santiago pidieron una
investigación a la Fiscalía sobre su posible vinculación al grupo
paramilitar “Los doce apóstoles” [ 62 ], que en ese momento
“estaría reactivado bajo la sombrilla de 'Autodefensas de Córdoba
y Urabá'”. La entidad no encontró mérito para abrirles
investigación, y la justicia penal militar “dejó en libertad, por
vencimiento de términos, a oficiales y soldados que también
estaban involucrados”. Y sigue Alternativa: “Juan Diego y Mario
Vélez Ochoa, primos del gobernador, no corrieron, sin embargo,
con igual suerte. Se encuentran huyendo para eludir las órdenes
de captura en su contra - correspondientes al proceso 1805 de la
Dirección regional de Fiscalías -, por su supuesta participación en
un grupo paramilitar conocido con el nombre de 'Grupo de Don
62
Ver al final la trascripción correspondiente a “Los Doce Apóstoles”, que aparece en el libro
“Los Confidentes de Pablo Escobar”, del periodista y escritor Gonzalo Guillén (mayo de 2007).
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