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Tipos de populismo:
Populismo Ruso
En Rusia el populismo fue una doctrina y una estructura ideológica producto de una generación de jóvenes intelectuales que criticaron las condiciones sociales, económicas y políticas nacionales a mediados del siglo XIX.
El populismo era considerado un pensamiento radical, por lo que muchos jóvenes no pasaban de la acción de teorizar al compromiso político. Entre las repercusiones que podía tener el profesar el pensamiento populista encontramos la persecución, los secuestros y los asesinatos. En ese contexto, Herzen es considerado el padre de este sistema, ya que se oponía firmemente al desarrollo burgués y anhelaba que la transición al socialismo se lograra sin pasar primero por el capitalismo.
El populismo ruso le devolvió al pueblo la fe en que podían intervenir en su devenir y al ser un sector ideológico amplio y permitirse abarcar muchas posiciones de naturalezas diferentes, consiguió muchos adeptos. Herzen, dentro de la doctrina populista clásica, explicaba la necesidad de una revolución del tipo económico, porque una del tipo político no podría resolver la totalidad de las contradicciones en la nación.
Populismos de E.E.U.U
Los populistas presentaron en 1892 como candidato a la Presidencia de la República a James B. Weaver, quien obtuvo más de un millón de votos, lo que representó 9% de la votación emitida, el mismo candidato que había presentado el Greenback Party en 1880, aunque en aquella ocasión sólo había obtenido 300 mil sufragios, cantidad muy distante del millón de votos que había conseguido el Partido en las elecciones intermedias de 1878, punto máximo que había alcanzado cualquier tercer partido desde la guerra, y que no se repitió hasta 1892 con los populistas, lo que les permitió enviar cinco senadores y 10 representantes al Congreso y ganar tres gubernaturas: Colorado, Kansas y Dakota del Norte.
En las elecciones de 1896 los populistas se aliaron con los demócratas y no alcanzaron ni una cuarta parte de los votos obtenidos en las elecciones previas, iniciando un declive que los llevaría a su desaparición a principios del siglo XX.
Estos resultados son muy significativos debido a que los populistas fueron el único desafío considerable al sistema bipartidista en las dos o tres décadas finales del siglo XIX; sin embargo, la consolidación del sistema bipartidista y la adopción por parte de los demócratas de algunas de las ideas más relevantes de la plataforma populista terminaron por desplazar en los primeros años del siglo XX a este movimiento de la escena política estadounidense.
El cierre de esta etapa no sólo significó el fin de la época populista, sino también el paso culminante en la consolidación del sistema político estadounidense, el cual a pesar de que en las elecciones de 1912 y 1924 vio alterado en alguna medida el funcionamiento de su sistema bipartidista, debido fundamentalmente al desafío de progresistas y socialistas, respectivamente, incorporó de manera más eficiente a las asociaciones civiles y grupos de interés como mecanismos eficientes de expresión política. Para calibrar en alguna medida esta modificación, baste considerar que en 1928 había aproximadamente 58 mil organizaciones agrícolas, en tanto que en 1890 había apenas poco más de cien.