el newsletter de la camada 87 mayo 2014 | Page 11

horas de vuelta al hogar y las otras dos horas de vuelta a casa. Una amansadora en serio. Ese viajecito lo hicimos durante cuatro días.   Al otro día había que repetir el viaje. Ese día nos llamó todo el mundo, para ver cómo nos había ido, les decíamos “sorry, no puedo hablar porque se me movió todo el piso, no entiendo nada de nada y no puedo pensar”, era algo muy loco, mucho vértigo, infinitas sensaciones, todas al mismo tiempo, a mil por hora. Nos fuimos a dormir. Apenas pude pegar un ojo. Teníamos mucho cagazo por la decisión de adoptar, hasta que le dije   Lauti, su mirada y expresión