el newsletter de la camada 87 abril 2014 | Page 17
apendicitis y lo operaron en Rotorua; le consultaron a mi viejo,
y lo fuimos a visitar al hospital de Rotorua. Era como llegar al
Austral y era Rotorua, una ciudad que no existe, no se podía
creer, fuimos a los colegios públicos, casi todos, hay alguno
privado en Auckland, y no se puede creer. Te querés quedar a
vivir: una ciudad más prolija que la otra, ¡y nosotros con un
“colado” en cada hotel!
Estuvimos doce días. Nunca nos peleamos por nada, la
convivencia fue única. Nos cagamos de risa MAL, como 10
varones boludeando, no importaban las edades. Mi viejo
parecía de cicuenta años, conoció MacDonalds, la mugre (mi
Trabajo en equipo para salir a flote.